Las administraciones públicas confían a diario en los proveedores para suministrar bienes y servicios a sus residentes, pero muchas carecen de mecanismos para hacer un seguimiento formal de su rendimiento. Sin un conocimiento del desempeno de los proveedores, los gobiernos ven limitados en su capacidad para mejorar el rendimiento o tomar decisiones sobre la contratación de un proveedor en el futuro o la renovación de un contrato existente. La creación de un sistema de evaluación del rendimiento de los proveedores puede permitir a las administraciones públicas hacer un seguimiento de datos importantes sobre el rendimiento de los proveedores a lo largo del tiempo y ayudarlos a mejorar su forma de suministrar bienes o servicios. Un sistema de este tipo puede ayudar a influir en las decisiones sobre los proveedores con los que el gobierno decide contratar basándose en experiencias anteriores y en facilitar un mejor intercambio de información y más transparente entre departamentos. Esta guía práctica los ayudará a poner en marcha un sistema de evaluación del rendimiento de los proveedores en su gobierno local.
